martes, 5 de febrero de 2013

Castillo de arena

Que sea como empezó: espontáneo
Que siga como ahora: sin prisa, sin formalidades más que la puntualidad, complicidad y la verdad.
Resguardar nuestro espacio y darle un umbral necesario al otro.
Crearnos un mundo, construirnos un imperio, que caerá e inevitablemente se recordará por lapsos.
Cimientos nobles, prescindibles, que no dejen rastro en el tiempo.
Que sean de arena para que su fragilidad no permita recuerdos, que el viento deshaga sin problemas lo hermoso y perfecto que pudo haber quedado nuestro castillo.
Sólo de arena para que contemple un atardecer y si nos da la gana, construir otro castillo a diferente vista.



lunes, 23 de julio de 2012

Sin dormir

Evitemos cerrar los ojos y seguir abrazados
no quiero dormir y prefiero sentirte
sin saber que hacemos juntos
pero queriendo estar besandote

No quiero que amanezca
evito cliches de amor
aunque me dejas en duda
si lo que siento es sólo calor

¿Dónde iremos al amanecer
y que haremos desde hoy?
Prefiero dudar y tener
la dulce sensatez de que vas a volver

¿Qué quedará y qué será?
un capitulo tal vez
una anécdota seguramente
pero inolvidable sin duda.

lunes, 12 de marzo de 2012

Cicatrices

Dolor cuando se formaron, lección cuando se conformaron.
Muchos buscan eliminarlas, aminorarlas o ignorarlas sin embargo ahí están sensibles al tacto y más al recuerdo.
El recuerdo inherente de qué, cómo hicimos, quienes eramos y por qués infinitos de pocas respuestas.
Nada estéticas en apariencia, una joya cuando se convierten en sentimientos.
Lecciones que bien aprendidas dejan vivir, las no asimiladas anquilosan.
Solo rastros, algunos recuerdos, poco que decir y mucho que rememorar.
Dejarlas cerrar con el tiempo, al rastro menos perceptible para ti, para los demás y para mi.
Cuando cierren las cicatrices dejalas ahí, nada más, tal cuál curaron -que no me hacen daño-  porque tengo más piel que rasgar y menos tiempo que esperar.






jueves, 16 de febrero de 2012

Hay niveles...

Al menos eso dice una frase, discriminatoria o no pero a veces la gente y más en ciudades como esta (bendita Ciudad de México) te obligan a mimetizarte por algunos instantes en ciertas actitudes... incluso hasta las más primitivas.

Desafortunadamente en un lugar con tantas personas y poco espacio la paciencia y comprensión hacía el prójimo es lo último que se considera en el ir y venir y responder en la misma frecuencia en cómo te hablan o provocan.

En definitiva creo que hay pendejos que requieren y merecen más que nada en la vida su dosis de chingadazos, donde tal vez no entiendan a la próxima vez que provoquen, pero si lo pensarán o se acordarán de qué puede pasar cuando te pasas de listo y crees que la calle es el lugar donde mandas y haces lo que se te antoja. 

No soy fan de la violencia y menos esta en mi agenda diaria de actividades madrearme a alguien; generalmente hago caso omiso a imbéciles que buscan en mi persona la válvula de escape a su encabronamiento con la novia, trabajo o la vida (desafortunadamente mucho miserable alrededor) pero si se involucra a terceros que me conciernen... mi estomago responderá como hace días. Lo admito sentí satisfacción ver a esa persona en mala condición ese día... hoy soy indiferente.

En resumidas cuentas no soy la persona que muestre el cobre a la mínima provocación, creo y me han dicho que con las palabras suelo echar veneno y ser muy hiriente pero si me buscan... encuentran a un pinche naquito que no avisa y solo va a lo que va. 

jueves, 12 de enero de 2012

Con esas pinches ganas

De por si soy un tipo que (res)guarda sus sentimientos positivos casi al grado de sepultarlos y no darles el menos respiro para que salgan a flote con facilidad pero ya va una semana y esa noticia me tiene con el semblante y ánimos como pocas veces lo he sentido en la vida.

Si requiere de más dramatismo resulta que esta buena nueva va a enfrentarme con mi peor enemigo en la vida: la paciencia. Desde ese día las jornadas se hacen largas más no eternas.

No creo en las supersticiones pero no quiero echar campanas al vuelo por más que esto ya esta confirmado pero insisto, la buena onda me esta rebasando y puede que para febrero ya no me quepa en el cuerpo.

Algún momento pensé haber perdido o minimizado al máximo mi capacidad de asombro pero no, creo tenerla reservada para lo realmente increíble, espontáneo, bello y maravilloso.

¿Qué mantiene en cautiverio preventivo esta felicidad? La posibilidad a una decepción tan posible y latente por el tiempo a esperar; mantengo la guardia arriba pero sin taparme la cara para mostrar una sonrisa de verme en mi sueño realizado.



martes, 3 de enero de 2012

Go let it out!!!

Ya pasó en el 2000 y en este 2012 no será la excepción: el mundo no se acaba ni acabará al menos de aquí en un ratote así que opté por la prudencia, no me endeude, no hice chamacos a lo bestia, ni le mente la madre a mansalva a cuanto cabrón(a) me cayera mal (aunque se lo mereciera) mejor decidí por priorizar cosas del interés personal.

Eso de hacer la lista de propósitos, comer una uva y pensar un deseo mientras estan las campanadas, barrer la casa, salir con maletas a dar vueltas como loco en la cuadra y demás supersticiones, neta no me van y preferí hacer un inventario de lo que me urge, lo que necesito, lo que quiero, deseo y ansio en este año -en ese orden de importancia-

También soy de los que no comparte la idea de arrancar proyectos en enero y sé que la güeva, desidia, confort y sobretodo miedo me estancan en demasia, pero entre planes, proyectos, objetivos y deseos lo que menos debo de perder es tiempo, no mirar mucho atrás, creo ser más egoísta (pero sin joder al prójimo) y establecer perfectamente las prioridades y es precisamente en este mes que se da el arranque de los compromisos antes mencionados.

De que me costará trabajo, sin duda porque no todo esta en mis manos y a pesar de que no tengo enemigos (y si los tengo no estoy minimamente preocupado en eso) los intereses, tranzas, movidas, moral, antecedentes y otras subjetividades serán la piedra que podría molestar en el zapato esperando saber quitarlas y caminar con más comodidad a las pequeñas y grandes glorias que deseo saborear en este año de pseudoapocalipsis.

Pues a darle que güey ya me hice y mucho, mi h/güeva ya hasta descendencia tuvo y este Ferrari empieza a lucir y correr como Chevy... a sacar todo porque si no en una de esas ¡hasta el mundo se puede acabar!



sábado, 5 de noviembre de 2011

La sana costumbre

Para los supersticiosos este será el fin de una buena racha que he tenido desde hace un par de años y la cuál no me había dado cuenta pero me llena de tanta satisfacción que hasta ganas me dan de expresar (o presumir, como gusten interpretar) 

Todas han tenido en común denominador los viajes y el trabajo y empezamos con el 2009 donde a principios de octubre sufrí el peor ataque en forma física hacía mi persona cuando fui asaltado y golpeado -obvio, me resistí- para quedar como "santocristo" diría una tía,  y puso en duda una gira de trabajo muy interesante: la llegada del fuego olímpico a Canadá. A fuerza de voluntad, muchisímos analgésicos y profesionalismo mi recuperación corporal y psicológica fueron en tiempo récord y a finales de ese mes fui testigo de aquél momento que a muchos canadienses conmovió y emocionó. 

Y no solamente fue el hecho de ser un cronista de aquellos hechos sino de conseguir en pocos días amistades y pasar momentos como pocos en mi vida; confieso que me emocionaba la idea de celebrar el famoso Halloween al Canadian style, lo cuál no se logró e incluso me frustró porque el ritmo del viaje y la disparidad de edades entre los miembros del grupo no alcanzo para crear más comentario, de hecho ese día me quede en mi cuarto y dormí temprano. Sin embargo las reuniones post cobertura en días subsecuentes, en especifico en Vancouver, compensaron por mucho el fallido festejo de noche de brujas.

La personalidad abierta y sincera de Alejandro Guillén -un tipazo- casi una semana de convivencia y recorrido de ciudad en ciudad hizó posible una reunión multicultural, y esa sí, fue al puro Canadian style. Tequila, sake, chelas tamaño australiano, vino y fraternidad engalanaron una noche que añoraba.

Para el 2010 las cosas fueron algo distintas, trabaje y busque oportunidades para ir a cubrir el Mundial de Sudáfrica quedando todo en intento sin embargo desde este hermoso e inseguro país surgieron oportunidades laborales relacionadas al evento que me redituaron en el aspecto económico. Una noche mientras baboseaba por este medio y haciendo cuentas llegue a la conclusión de que: 1) necesitaba vacaciones; 2) tenía recursos suficientes 3) era la oportunidad dorada para por fin cruzar el charco.

Ni tardo y perezoso (aunque se sorprendan) investigue precios, lugares, promociones, calculé fechas y poniéndome de acuerdo con mi subjefe (porque el mero mero solo se hacía güey y nunca atendía el programa que le daba un varote, quién por cierto se indigno por no avisarle e irme más días sin que el menso supiera que tenía 2 años sin vacaciones, pero en fin) pedí permiso, realice pagos correspondientes y a mediados de octubre cumplí un sueño que tenía desde antes que me cambiara la voz y dejará de ver a las niñas de mi salón con ojos de amistad (ñaka-ñaka)

Confieso que hubo momentos donde la soledad era la mejor compañía e incluso me aburría pero lo caminado, paseado, ilustrado, contento y realizado que me sentí nadie me lo arrebatará. La lección valiosa fue la de la administración, tiempo y dinero en especifico. Podría jurar que mi capacidad de adaptación, atención y asombro se potencializaron como hacía mucho no me sucedía; tomé tantas fotos como pude pero me quedan mejores recuerdos.

Finalmente, este año la cosa se puso fea y no es albur. Dicen que la esperanza muere al último pero la mía viva, moría y resucitaba como personaje de Dragon Ball y esa esperanza fue con la posibilidad de ir a los Juegos Panamericanos. 

Por cuestiones de que no me constan pero que encajan a la perfección en el juego de suspicacias así como la ineptitud, inoportunismo e ignorancia algunas personas resultó que a un par de días de arrancar la justa se seguía analizando la opción de asistir... ¡¡¡POR DIOS!!! quienes hayan trabajado conmigo en la H. empresa que me ha albergado durante casi una década no me dejarán mentir pero resulta inverosímil que un evento de tal magnitud, en tu país y con apoyo económico de otras empresas (monstruos en su ramo) no tengan presupuestado o planeada una cobertura, esto me hizo dudar en la capacidad intelectual de más de un directivo-gerente.

Finalmente asistí, con las mil y un restricciones que implica ser NRH (non-right holders) y solamente una semana pero al igual que en las anteriores: conocí gente a toda madre y muy profesional, confirmo que trabajo en lo que me gusta a pesar de depender de gente con poca perspectiva o visión del negocio y dar más del 100% en lo que hago porque mi designación no fue por amiguismo o barberismo, estoy seguro fue por trayectoria y capacidad; por supuesto el aprendizaje en este evento fue inmenso.

Por una u otra circunstancia la segunda semana de octubre ha sido intensa, donde para disfrutar la gloria hay que padecer un poco, situación muy cristiana pero qué se le va a hacer... mientras yo estoy listo para el siguiente año.

TRIVIA
¿En cuál de estas travesías conocí a una de las mujeres más hermosas que he visto en mi vida?