jueves, 19 de agosto de 2010

She was, she is... she.com



Entre las tantas premisas de internet como medio de comunicación comercial es la de acercar a las personas de manera instantánea e incluso el conocer gente de diversas latitudes. Esto porque la siguiente historia tiene el mismo canal de interacción a pesar de que las distancias físicas casi se rompían y quedamos muy pero muy cerca de eliminar este particular modo de convivir.

A principios de esta década (2000) yo tomaba cursos de inglés en una escuela cerca del Ángel de la Independencia y entre sus servicios estaba el navegar (verbo de moda) en Internet el tiempo que uno quisiera y yo al ser el integrante de menor edad en el curso, la sala de computadoras se hizo mi refugio post clase al no tener edad para beber, ni la menor oportunidad de invitar a una compañera a tomar un café por cuestiones económicas (era estudiante de bachillerato) y las obvias de nula madurez.

Entre las diversas opciones de ese novedoso mundo llamado "la super carretera de la información" estaba el ahora extinto ICQ, y al tener una cuenta pasaba gran rato chateando y entre las opciones de sala de conversación y búsqueda de gente, la encontré y sus datos me llamaron la atención: Lindsay / Victoria, BC, Canada / Female

"Ligue y excelente práctica fuera de curso" me pasó por la mente y arranque la platica con lo más elemental: Hello! how r u??? etc etc. Y el chat fluyó para luego descubrir que era de menor edad -a la mía, claro- y por sentido común bye planes de novia canadiense a distancia, sin embargo continuamos el contacto, permitiéndome practicar y mejoraba el inglés con sus modismos aunque realmente no recuerdo de qué diablos platicabamos más que invitaciones de ella para ir a su país.

De ahí nació mi interés y luego sueño de ir a Canadá y más cuando algunos años posteriores, dejamos el ICQ y pasamos al MSN e intercambiamos fotos... en la primera era ella y una amiga suya quedando yo fascinado con la amiga (que se veía más grande aunque era de la edad) y conociendo por fin el rostro enigmático de aquella chica que simplificaba palabras por letras y usa(ba) la jerga inglesa a diestra y siniestra.

Y como sucede en la comunicación de internet nos llego lo que llamo "paradoja comunicacional" osea el estar conectados a red social o mensajero pero sin hablar y si hay comunicación no se redondea con la retroalimentación; aunque las invitaciones al país vecino comercial seguían de su parte y mis ganas de ir se incrementaron.


Un día no recuerdo cómo conseguí su teléfono y le llamé una Navidad o Año Nuevo gastándome el saldo mensual que abonaban mis papas a mi número celular, experiencia rara porque no entendí mucho de lo que decía, la situación no se volvió a repetir

Ambos entramos en noviazgos y por ende - de manera inconsciente- el contacto se fue a su mínima expresión, por parte mía pensando que era una forma de infidelidad o falta de respeto, hasta que un día simple y sencillamente el vinculo se rompió.

Un día decidí mandarle un correo a sus diversas cuentas para saber si aún existía y la respuesta llego más de tres meses tarde pero respondió, creo yo, feliz de retomar el contacto y me comentaba que a grandes rasgos disfrutaba su juventud, algo así como "la vida loca" y que había dejado el patinaje -adiós medalla olímpica- y estudiaba para enfermera aunque siempre expreso poco interés al estudio.

Regreso la paradoja virtual pero esta vez ya conocía su país más no su provincia la cuál no tarde mucho en ir pero... no fui a su ciudad. Sucedió en un par de ocasiones y ambos lamentamos haber estado tan lejos y tan cerca.

Finalmente el año pasado en el viaje y uno de los eventos profesionales más chingones e inolvidables que he realizado en mi vida, regresé a su país, a su provincia y por fin estuve en su ciudad. Estaba completamente convencido que era el momento de dejar las letras, los algoritmos, los teclasos y las pantallas para platicar y hacer realidad el sueño de los utópicos y optimistas de la internet.

Hice lo imposible por contactarla directamente, le dejé correos y mensajes en todos los medios posibles avisándole que iba a Canadá, visitaría la Columbia Británica y mi primera escala sería Victoria. Llego la flama olímpica, las Olimpiadas de Invierno se acercaban y su respuesta nunca llego.

Aquí viene una laguna mental producto de un incidente antes del viaje, no supe si la contacte en Victoria o en Nanaimo pero creo que fue mientras enviaba mi reporte a México, me conecte a Facebook y la hallé por lo que de manera instantánea me comunique con ella y le avisé que estaba en su ciudad y según sus letras le dio gusto para de inmediato hacerle la petición de vernos a lo que respondió que no era posible y sin dar mayores explicaciones no nos vimos en Victoria. Dos noches en la pasiva capital de BC me dieron oportunidad de conocer a muchas canadienses pero sin ver a la que yo quería encontrar.

El día de Halloween partí a Vancouver Island, desvelado y con resaca a tope, seguí a la antorcha por Cowichan Bay, probando un queso delicioso y partir a Chemainus, admirar sus murales alrededor de la ciudad, hermosísimas mujeres y convertirme en un relevo sui generis y no oficial del recorrido del fuego olímpico siendo la sensación del pequeño poblado canadiense y ser solicitado para fotos por diversas féminas sin hallar a la que andaba esperando.

Por la noche ya estaba en Nanaimo, cena con el grupo de prensa (autentica Torre de Babel) y a convertirme en foco de atención hacia los anglosajones usando una máscara de luchador (por el Halloween) y culminando la velada con una convivencia muy tranquila con una de las anfitrionas en su cuarto; frustrado por no hacer nada freak o alocado en la noche de Halloween, en un país con la tradición a cuestas, opte por conectarme a Facebook, subir fotos y... ahí estaba ella, de inmediato la contacté y le hice saber que estábamos cerca, aquí viene otra laguna mental, solamente recuerdo que le comente que estaría bueno vernos esa noche, yo iba donde me dijera pero contesto que ya estaba de vuelta en Victoria y concluyo escribiendo algo como "es imposible que nos veamos, creo es mejor mantener el contacto de esta manera"

Comprendí después el por qué no era conveniente vernos en la noche y esos días; ahora ella es mamá de una linda niña que la trae absolutamente feliz a juzgar por las fotos que he visto. Nos conocimos adolescentes y ahora en plena madurez cada quien hace su plan de vida tan particular como los países en donde habitamos y la situación en como nos vinculamos.

Nunca tan cerca, la oportunidad se dio y simplemente no se concreto aunque la sensación de insatisfacción no predomina, es más, nunca llego, a fin de cuentas realice algo que me tenía propuesto hacer, nunca deje ese proyecto tirado a la borda como muchísimos más en mi vida y si preguntan sobre si sigo creyendo en poder verla físicamente algún día les respondería que la posibilidad durará tanto como el internet exista.

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