Los domingos son según para los católicos y cristianos el inicio de la semana, para ir a misa y renovar la actividad cotidiana de lo que vendrá en las venideras seis jornadas.
En lo personal es el día que menos me gusta y más odie en mi infancia por ser aburrido, corto y el previo al regreso a clases en la primaria que jamás me gusto estar, sin embargo uno crece y por ende los gustos y perspectivas de diversas cosas y situaciones cambian.
Por algún periodo (en la adolescencia en especifico) los domingos eran mi día de gloria al jugar futbol en la escuela oficial de mi equipo favorito, me enfundaba en la vestimenta azul eléctrico y aunque no era titular, jamás deje el esfuerzo a la deriva, algunos partidos buenos, otros malos, yo perseguía mi sueño de ganarme la vida de "la patada". Jamás se consumo y puede que esa frustración la canalice en forma positiva en mi actual empleo.
Pero hay un par de domingos que no se me olvidan y apuesto jamás se me olvidarán, ambos en diversos puntos cardinales pero similar situación y mismo pretexto: un beso.
Me encantaría dar crónica de ambos sucesos por respeto a las vidas actuales de las protagonistas lo omitiré salvo expresa autorización.
El punto es que paradojicamente esos pequeños instantes que me siguen sacando una sonrisota sucedieron en el día en que menos esperaba o hubiera deseado que pasara.
Se que besar para muchos es rutina o no tendrá nada de extraordinario pero conseguir lograrlo con aquellas personitas fue el inicio de historias alegres y un tanto desafortunadas a la vez, pero destaco que cada uno de esos besos fue con diversa etiqueta, intención y con el toque único de las mencionadas.
¿Cuál fue mejor? Ambos besos tienen su justa dimensión, la similitud fue mi estado animico en ambas ocasiones: un valemadrismo que permite al presente hacer y deshacer porque el futuro no era algo a la vista.
Hay otras historias en domingos pero aquellos, uno de octubre y otro de mayo me crearon parámetros para besar y para acordarme que en domingo empieza la semana y puede empezar una historia para recordar.
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