Pocas situaciones me ponen en un estado de alteración tan profundo como aquella vez, primero fue un escalofrío intenso, después un dolor en la boca del estomago y el resto del día tenia una desorientación tal cual hubiera recibido un golpe categoría KO.
Te vi, no como hubiera querido, pero era lo que necesitaba para empezar a darme cuenta que tan lejos estas, que, solamente fuimos los mismo de hace unos años, unos desconocidos.
Cada quien su vida, dirían por ahí, y tienen toda la razón pero ahora ese coraje se ha descifrado y me ha pegado, me ha controlado pero sin duda me hará fuerte.
Nadie ocupa mi lugar, espero me haya quedado con uno, pero quisiera estar todavía ahí. Me da rabia, más por no poder hacer nada y, si lo hiciera, absolutamente nada ganaría.
Es un instinto primitivo pero de muy adentro y sincero. Es el orgullo lo que ahora me trae en un punto nada agradable y que espero contar como una simple anécdota en alguna ocasión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario